El porno: el quinto poder Publicado por Anaclet Pons en Febrero 27, 2010 Dice Umberto Eco que estábamos acostumbrados a dos principios: uno se resume en un sabroso dicho siciliano, “megghiu cumannari c’a fottiri”, que traducido de forma prosaica es algo así como “mejor ejercer el poder que fornicar”; y el otro era que los hombres de poder si querían tener relaciones sexuales miraban a la Condesa de Castiglione, a Mata Hari, Sarah Bernhardt o Marilyn Monroe. Ahora sorprende que muchos hombres del mundo de la política o de los negocios no se hayan visto involucrados en actos de corrupción tanto por la colusión de intereses en el asunto del Canal de Panamá como por los servicios ofrecidos por determinadas profesionales, sin duda muy capacitadas pero con honorarios que no exceden de los mil euros –que es cosa precaria, pero mucho menos de lo que costaba en su momento la Pompadour. Y si tenemos otros gustos, no miramos al sofisticado Alcibíades, sino a un transexual marcado por la vida
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